¿De qué manera el conocimiento del recorrido solar puede ofrecer nuevas perspectivas sobre los espacios del patrimonio histórico?
¿Es posible reconstruir la luz del pasado para comprender cómo los monjes vivían, observaban y medían el mundo que los rodeaba?
Estas son algunas de las preguntas en el centro de la investigación de Sara Matoti, arquitecta y doctoranda del Doctorado Nacional en Ciencias del Patrimonio de la Universidad “La Sapienza” de Roma, que desarrolla su trabajo en la Universidad de Parma en colaboración con Betanit.
Después de haber firmado, junto con Barbara Gherri y Lisa Rovetta, el artículo Gli spazi aperti della vita monastica: valorizzazione e recupero microclimatico per la città del futuro publicado en Ingenio, y otros estudios dedicados a los claustros como espacios estratégicos de reutilización y mitigación térmica, Matoti continúa su línea de investigación sobre la relación entre arquitectura, luz, clima y comunidad.
Si en aquellas publicaciones la atención se centraba en los claustros como dispositivos de resiliencia térmica y social para la ciudad contemporánea, la investigación actual da un paso más: avanza hacia la reconstrucción experimental de la luz del pasado.
Gracias a la colaboración con la profesora Barbara Gherri (Universidad de Parma) y la profesora Chiara Bertolin (Norwegian University of Science and Technology), la investigación enlaza el patrimonio arquitectónico con las primeras formas de observación científica, relacionando la historia de los espacios monásticos con las prácticas de registro de fenómenos naturales en los siglos pasados.
Mediante el estudio de fuentes históricas y características arquitectónicas, el trabajo busca comprender cómo ciertos entornos, concebidos para la vida comunitaria y la contemplación, podían también favorecer la observación sistemática del clima y de los fenómenos atmosféricos.
Los claustros, debido a su configuración particular, representan un caso emblemático: espacios protegidos pero abiertos al exterior, capaces de ofrecer condiciones estables y repetibles para la observación de fenómenos atmosféricos.
La vida monástica, organizada con ritmos regulares en un mismo espacio protegido, constituía además un contexto favorable para este tipo de observaciones.
Estas condiciones hacen de los claustros lugares ideales no sólo para la práctica religiosa y comunitaria, sino también para observaciones sistemáticas que requieren continuidad y repetibilidad en el tiempo.
Un aspecto central de la investigación utiliza reconstrucciones experimentales y simulaciones del recorrido solar para explorar cómo la orientación arquitectónica y la exposición a la luz podían influir en las observaciones realizadas en siglos pasados.
El heliodón, instrumento que reproduce la posición aparente del Sol sobre modelos arquitectónicos o en laboratorio, puede convertirse en una auténtica máquina del tiempo, permitiendo revivir la calidad de la luz de épocas históricas específicas y comprobar hipótesis sobre prácticas de observación, calendarios rituales y mediciones climáticas realizadas por las comunidades monásticas.
La colaboración entre Sara Matoti, la profesora Chiara Bertolin, la profesora Barbara Gherri y Betanit busca unir investigación histórica y tecnología, combinando:
El objetivo es ofrecer nuevas interpretaciones de los espacios históricos, comprender prácticas de vida y observación, y proporcionar herramientas para la valorización del patrimonio que tomen en cuenta las relaciones entre luz, clima y comunidad.
Esta investigación abre nuevas perspectivas para una comprensión más profunda de la relación entre la arquitectura y la ciencia en el pasado, además de ofrecer ideas para intervenciones de conservación y reutilización sensibles a los aspectos lumínicos y microclimáticos de los espacios históricos.
Sara Matoti – Arquitecta y doctoranda del Doctorado Nacional en Ciencias del Patrimonio de la Universidad “La Sapienza” de Roma. Desarrolla su investigación en la Universidad de Parma en colaboración con Betanit, centrando su trabajo en la relación entre la arquitectura histórica, la luz natural y la resiliencia climática de los espacios monásticos.
Prof. Barbara Gherri – Profesora titular de Tecnología de la Arquitectura en la Universidad de Parma. Su investigación se ocupa de la rehabilitación del patrimonio construido, la sostenibilidad ambiental y el confort microclimático, con numerosas publicaciones y proyectos aplicados a la restauración de edificios históricos.
Prof. Chiara Bertolin – Profesora en la Norwegian University of Science and Technology (NTNU) de Trondheim. Especialista en Ciencia de la Conservación y Física de la Construcción, su trabajo analiza cómo el clima y las variaciones ambientales influyen en la conservación del patrimonio cultural y arquitectónico.